2/05/2008

Estatismo de ocasión

La desaceleración económica que sufre España es, en parte, reflejo de la desaceleración europea, a su vez resultado en buena medida de los problemas económicos estadounidenses, de la fortaleza del euro y de el desequilibrio comercial resultante de esta disparidad que tiene el euro a precios de casi 1,35 dólares. El aporte local en el caso español proviene, también, de la voracidad de los empresarios de la construcción, de los aumentos de precios decididos por los comerciantes, en especial de las grandes superficies y los intermediarios de primer y segundo nivel. Eso lo sabe cualquiera que no esté en el Titanic en el que se ha convertido el Partido "Popular".

El Partido Popular, habitualmente tan defensor del "libre" mercado, de la economía liberal sin restricciones, del "libre" juego de la demanda y la oferta, etc., se ha convertido de pronto al estatismo al estilo de los planes quinquenales de la Unión Soviética, y ni el mercado, ni los tipos de cambio, ni el mercado internacional, ni los precios del petróleo (multiplicados desde que el gobierno de Aznar prometió que la guerra de Irak provocaría la baja en los precios), ni nada por el estilo son elementos determinantes en la economía. Todo es únicamente culpa del gobierno, específicamente el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, la piedra en el zapato de una derecha que aún no adquiere carta de respetabilidad como demócrata.

Al estalinismo de emergencia que sacó el Partido Popular del arcón de los trastos viejos se ha unido además una iglesia que permanece reacia a abandonar el siglo XVI y que asume con gozo su papel de "sector sobrenatural del PP" en la lucha por salvar la frágil embarcación de Rajoy, reducido cada vez más al papel de prestanombres de José María Aznar y portavoz de Ángel Acebes.

¿Serán estos elementos, junto con las patéticas demostraciones por Internet de la incapacidad de Mariano Rajoy de ser creíble ni con guión suficientes para derrotar a un gobierno que, por otro lado, goza de excelentes notas y apreciación por parte del electorado? No lo sabremos hasta marzo. Pero al menos ahora queda bastante claro cuán bajo algunos están dispuestos a caer para recuperar el poder, lección que sin duda es provechosa para los ciudadanos.

No hay comentarios: