Como usted ya sabe, el aborto se le reprocha al gobierno si el gobierno es socialista, que en tiempos de Aznar uno recuerda ese silencio eclesiástico que va de lo recogido a lo cómplice.
El caso es que se ha emprendido una competencia feroz en la campaña "De frente al pasado" emprendida por el Vaticano desde ls oportunísima muerte de Juan Pablo I. La jerarquía española, este domingo, lanzó un embate sensacional, multiplicando a los asistentes de su mitín electoral y hablando de que el gobierno español hace marcha atrás en los derechos humanos, y acusando al laicismo "radical" (el laicismo "light" es el laicismo que va a misa de once) de quere "manipular" la educación de los jóvenes, cuando la manipulación de la educación hace cientos de años que es la especialidad de los señores de las sotanas, que además aprovechan para dejarse "provocar" por esos menores que los arrastran al pecado.
La jerarquía mexicana no tardó en responder, porque, según parece, ellos eran el verdadero objetivo de los cardenales y arzobispos ibéricos, en su competencia por ver quién llega primero al siglo XIII e instituye la inquisición o algo similar. Así, el obispo coadjutor de México, en la homilía dominical de la Catedral Metropolitana de la ciudad, acusó: “Herodes (también) se presenta en la mentalidad de muchas mujeres que desprecian o minusvaloran su papel de amas de casa y abandonan el cuidado de una familia en aras de una vida de más confort y de una realización personal al margen del esposo y los hijos”.
La competencia por ser la jerarquía más cavernaria sigue al rojo vivo...
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