5/28/2007

¡Rajoy ya es presidente...!

Qué tiempos aquéllos en los que unos ganaban las elecciones y otros las perdían. Los que las ganaban, gobernaban, y los que perdían se oponían a los que gobernaban, a veces con inteligencia y deseos de defender sus ideales y visión política, a veces oponiéndose a todo en un largo berrinche por haber perdido, incapaces de aceptar que sus adversarios hicieran algo bueno ni cuando salvaban de ahogarse a un perrito.

Pero hoy, en España, hay elecciones con dos ganadores, cosa verdaderamente revolucionaria en esto de la democracia. Están los que ganan según la ley y gobiernan, y están los que ganan según ellos y no gobiernan, pero hacen una fiesta que uno queda convencido de que ganaron, además de enojarse porque claro, cuando ellos hacían las leyes, esto no pasaba.

Esta vez, incluso, los que ganaron y no van a gobernar afirman haber ganado incluso una elección que no se llevó a cabo, la de presidente de gobierno. Y todo ello después de que van a gobernar en menos comunidades autónomas y menos ayuntamientos que ayer... ¿no es maravilloso?

En algunos países del tercer mundo, donde la democracia es bonita como palabra, pero nada más, se realizan pucherazos, fraudes electorales, trampas y violaciones a la ley para evitar que ganen los malos (que allá, como acá, son los malvados rojos comeniños, los terribles antifascistas desconsiderados), pero aquí, en el empeño acebesrajoyaznarista por revolucionar la democracia, se ha conseguido que no hayan ganado el poder los que se han desvivido por llevar a cabo todo tipo de irregularidades, atropellos y prestidigitaciones electorales, incluida la compra de votos a cambio de vales de alimentación en Melilla, el apresurado censo de miles de votantes más o menos fantasmales en la meseta (hay algún alcalde pepinero que tiene a más de una docena de personas censadas en su casa, y sin conocer a ninguna), el juego de los votos por correo y hasta la acusación de alta traición contra el presidente de gobierno por parte de la diputada "popular" (jejé) Alicia Castro Masaveu. (¿Tendrá el PSOE lo que hace falta para denunciarla y meterla en la trena por esa barbaridad, que desd la altura de la calle donde estamos nosotros parece un delito de calumnias con toda la barba?)

En fin, vistas así las cosas, sólo queda pensar que el PP de Aznar, de no haber hecho todo tipo de trampas y de no contar con la izquierda más extrema para aporrear a los socialistas, habría ganado con muchos menos votos, y en su triunfo ganaría por goleada gobernando en menos ayuntamientos y autonomías.

Pero eso sí, de perder nada. Si parece que la derechona pierde, es sólo por eso que algún pepinillo menor llamó con desusada honestidad hace unos años "La puta democracia".

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